APFS Murcia organiza una concentración el próximo viernes para reclamar una Ley en la que la Custodia Compartida sea VERDADERAMENTE la norma general.
Sólo uno de cada veinte hijos de padres separados disfruta en la Región de la custodia compartida de sus padres. Por esta razón, el próximo viernes, 14 de noviembre, a las 19:30h, tendrá lugar, en la Avda. de la Libertad de Murcia (frente a el Corte Inglés), una concentración organizada por la Asociación de Padres de Familia Separados de la Región de Murcia. APFS quiere reivindicar así, una vez más, el derecho de los niños a disfrutar por igual de la custodia de sus padres mediante un cambio legislativo en la Ley del Divorcio y que la Custodia Compartida sea la Norma General.
Durante los últimos meses se ha publicado en los medios de comunicación la puesta en marcha de una reforma legislativa a nivel nacional en relación a la Custodia Compartida, generando en muchos casos la falsa creencia de que la ley ya había sido aprobada y de que el cambio era real, es decir, que era ya posible su obtención en los procedimientos judiciales, incluso no existiendo acuerdo entre las partes. Sin embargo, la verdadera situación es otra.
El anteproyecto de Ley tan sólo modifica de forma clara aquellas cuestiones ya modificadas por la Jurisprudencia desde 2005 hasta hoy, sin que durante estos años tal circunstancia haya supuesto un cambio en la tendencia de otorgar sistemáticamente las custodias a las madres por el hecho de serlo. Además, el anteproyecto ha dejado sin efecto un proyecto de ley de ámbito regional que, por su rigurosidad, sí habría hecho posible un cambio en beneficio de los niños de padres separados.
Quien no quiera compartir la custodia, que demuestre que es perjudicial para el menor.
La Asociación de Padres de Familia Separados de la Región de Murcia reclama un verdadero cambio en la Ley que conlleve, a su vez, un cambio en la práctica jurisdiccional. Para APFS el modelo más justo para los niños y sus padres es el “modelo belga”, en el que la Custodia Compartida sea la norma general y en el que aquel progenitor que se oponga a ella tenga la carga de probar que dicha fórmula es perjudicial para el menor.