Desde que escribo y trabajo para divulgar los beneficios de la custodia compartida para
los niños cuyos progenitores deciden vivir por separado, hace más de 20 años y, desde
que comencé allá por el año 1989 a buscar formas alternativas a la Justicia en la
resolución de los conflictos de pareja, sea la mediación, la colaboración, la justicia
restaurativa, la cooperación, el arbitraje, etc., me encuentro en este año 2014, con
unos cuantos estudios y artículos de opinión sobre la nocividad de la custodia
compartida, que no dejan de sorprenderme.
En estos estudios, hay un elemento en común en todos ellos: el nivel de conflicto es
perjudicial para el desarrollo armónico de los hijos que viven en este entorno de una
separación y/o divorcio de sus progenitores.
Es curioso que existan también estudios desde la psicología, sobre la nocividad de la
convivencia de niños en familias en las que sus dos progenitores viven juntos, pero se
llevan mal o viven en ese tipo de relaciones típicas conflictivas donde la pareja está
rota, pero no acaban de tomar la decisión de separarse.
Asimismo, existen multitud de estudios desde hace años sobre la nocividad extrema de
la custodia monoparental, y la relación directa de éstas con fenómenos sociales tales
como la pobreza o la exclusión social. En muchos países occidentales, a las familias
monoparentales (padres y madres solteros) se les aprueban ayudas para afrontar la
paternidad y la maternidad en solitario, dadas las dificultades que entraña la crianza de
un menor por un solo adulto.
En los casos de divorcio, no existe ni un solo estudio longitudinal, o al menos yo no lo
he encontrado, que diga que la custodia monoparental sea beneficiosa para los niños.
Igualmente, en todos ellos, hay un elemento en común: el nivel de conflicto entre los
progenitores es lo que hace daño a los niños.
Esto es, que podemos concluir sin temor a equivocarnos que lo que hace más daño y
resulta más perjudicial a los niños, no es que vivan con uno u otro, o con los dos
progenitores bajo el mismo techo, sino el nivel de conflicto que existe entre las
personas que, se supone, deben cuidar de los niños y procurarles bienestar y seguridad
en sus vidas.
http://www.lexfamily.org/img/0_pn1_1414607089.pdf