El próximo sábado 17 de noviembre, con motivo de la proximidad del día del niño, varias asociaciones, encabezadas por el Movimiento Femenino por la Igualdad Real, se movilizan en Madrid para reivindicar los derechos de los niños. Decenas de miles de menores ven destrozada su infancia a consecuencia de leyes injustas basadas en la perspectiva de género.
Vivir en familia es, no sólo un derecho fundamental de la infancia, sino también, el modo más eficaz para garantizar el adecuado desarrollo de los niños, niñas y adolescentes y la satisfacción de sus necesidades.
Cuando un niño o una niña han sufrido la falta de cuidados, el rechazo o el maltrato por parte de las personas que debieran ser responsables de su cuidado, el efecto de ese daño queda indefectiblemente ligado a su memoria y condiciona su desarrollo.
El apego es una clase de vinculación que supone una unión afectiva, intensa, duradera, singular entre dos personas, que busca obtener seguridad, cuidado y protección. Este vínculo es fundamental para el bienestar psicológico del niño o niña y para su salud mental.
Ahora bien, si los menores son separados de uno de sus progenitores, porque estos decidieron desvincular su convivencia, surge mi primera pregunta, ¿los hijos de padres separados, tienen los mismos derechos que los hijos que viven en familias con progenitores que viven juntos?
Pues si esta es la pregunta del millón, y yo les garantizo que no, los derechos de los hijos de padres separados están vulnerados por el hecho de no garantizar la convivencia de los hijos, con los dos progenitores.
Defendemos el derecho humano fundamental, así como el derecho del menor a su integridad física y psicológica, reclamamos medidas contra el síndrome de alienación parental, que tantos estragos está causando en nuestra infancia. Los hijos de padres separados a menudo pierden a uno de sus progenitores, generalmente el padre, y por extensión a toda la familia extensa del mismo. A veces no basta con un régimen de estancia cuando el progenitor que más tiempo pasa con el menor lo manipula psicológicamente para que no quiera estar con el otro. Son relaciones paterno-filiales que ya han quedado rotas, causando un gran daño psicológico en los menores.
Aún después de la separación de los progenitores, los roles de estos con respecto a la vida diaria de los menores son fundamentales, en España, por norma general, cuando una pareja se separa con hijos, la madre si tiene la custodia, pasa a ser una persona dependiente de los hijos, que rompe su vida para dedicar el doble de tiempo a los menores. El padre, también como norma general, pasa a ser un extraño visitador, que pasa no más de 10 días al mes con los hijos, convirtiéndose en un cajero automático.
Esta movilización, quiere concienciar a la población, de algo tan simple como es la no discriminación de los menores cuando sus padres se separan.
El 17 de noviembre a las 12 del mediodía, desde Senado a Cibeles en la capital de España, las madres y padres apoyados por el Partido Político Igualdad Real, saldrán a las calles a reclamar justicia para los menores, y a recordar que se separan los padres, no los hijos, reivindicando los derechos reales de esas infancias perdidas por la intervención abusiva del estado y de sus leyes injustas.
La movilización tendrá entre otros muchos, un lema realmente impactante; “Con los niños, no se juega”