Sin justicia lo demás no importa. Cuando un país necesita promulgar leyes para proteger a niños arrebatados y a padres divorciados del sadismo, la arbitrariedad y el abuso de sus propios jueces significa que la sociedad que santifica tales crímenes está enferma.
Cuando un país permite ejercer a jueces criminales que provocan en muchos niños el llamado síndrome de alineación parental, cuando fomentan su manipulación más vil, cuando promueven fracaso escolar y les provocan problemas psicológicos y de comportamiento que arrastrarán durante toda su vida, cuando promueven la infelicidad más atroz de una manera sistemática, significa que la sociedad que permite tanta crueldad y tanta vileza para con la infancia, dejándola desprotegida a causa de su perfidia políticamente correcta, está enferma.
Cuando en un país ejercen jueces criminales que fomentan por sistema violencia de género, cuando roban y arrebatan niños a causa de su intransigencia ideológica o por machismo, cuando tales jueces criminales se dedican a envilecer a la mujer al condenarla de nuevo al fregadero, a una vida fácil sin necesidad de pegar ni golpe a costa del sudor y la degradación física y económica, de la dignidad despojada de los que fueron sus cónyuges, significa que la sociedad que permite desigualdad de género tan envilecedora y arcaica está enferma.
Cuando jueces criminales empujan al suicidio a padres que no pueden ver a sus hijos, cuando en su desesperación los impulsan a cometer actos violentos sino asesinatos, fomentando la violencia de género, significa que la sociedad que incuba y hace germinar tales crímenes terribles está enferma, para regocijo de los titulares de prensa y aquellos desalmados que quieren perpetuar un estado permanente de excepción mediante la aplicación de leyes demenciales envueltas en corrección política falsamente progresista.
http://blogs.elconfidencial.com/economia/apuntes-de-enerconomia/2014-12-23/los-jueces-criminales-que-entristecen-la-navidad_599431/