Las consecuencias de un divorcio, en la mayor parte de los casos, son inevitablemente dolorosas, y afectan todas las áreas de la vida de la persona, más aún cuando los ex cónyuges no han podido alcanzar pacto alguno de mutuo acuerdo.
Pese a ello, es necesario subrayar la importancia de contar con una sentencia judicial, porque en ella se van a regular todos los aspectos fundamentales de la nueva situación familiar, pero también porque su incumplimiento permite iniciar una reclamación ante el Juez.