La jueza le ha denegado la custodia compartida que pedía, aunque le concede un régimen de visitas a la hija común de la pareja, de dos años. Además, ha dictaminado que será la madre, a la que da la custodia, quien deberá vivir con la hija en el piso de propiedad exclusiva de él. Según la abogada del padre, la magistrada ha aplicado la ley «estrictamente sin tener en cuenta el contexto social de la pareja». Fue el padre quien denunció que su expareja se llevó a la niña y no le dejaba verla, por lo que solicitó un régimen de custodia compartida. El afectado reconoce que su situación ahora es «desesperada» ya que con un sueldo mensual de 1.052 euros debe pagar una hipoteca, un préstamo y otros gastos.